PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA SUPERVIVENCIA
Protección, ubicación, agua y comida. En la mayoría de situaciones de supervivencia, ese es también el orden en que se debería priorizarlos.
PROTECCIÓN:
Debe permanecer en una condición que le permita participar de manera activa en su supervivencia y su rescate. Físicamente debe protegerse contra las lesiones, los elementos y los animales salvajes. Mentalmente, necesita blindarse contra todas aquellas emociones que puedan privarle de ganas de vivir, como por ejemplo temor, culpabilidad, desánimo o depresión. El mejor modo de conseguirlo consiste en encender y mantener un fuego. No sólo ofrece protección física contra los elementos y los animales salvajes, sino que además proporciona un ambiente de seguridad y familiaridad que puede ayudar a normalizar las situaciones más difíciles.
UBICACIÓN:
La segunda prioridad consiste en reconocer la importancia de la ubicación a la hora de facilitar la supervivencia y el rescate. En general, tendrá dos opciones: quedarse o marcharse.
La opción elegida debería ser la de permanecer donde está y utilizar todo cuanto tenga a mano para señalar su ubicación y facilitar así el trabajo de los equipos de rescate. Si no puede quedarse donde está
(por ejemplo, porque se encuentra en peligro inminente), su única opción tal vez sea trasladarse a otro punto en el que tenga más probabilidades de sobrevivir o de que le rescaten o ambas cosas. Seleccione el lugar que le ofrezca las mayores posibilidades de atraer la atención en el entorno en el que se encuentre.
AGUA:
El agua es la esencia de la vida. Aunque podemos sobrevivir unos días sin ella, la capacidad de funcionar y realizar tareas mentales y físicas simples se reduce de manera espectacular en menos de 24 horas. Sin embargo, si tiene alguna lesión, si hace mucho calor y si las tareas que hay que realizar son especialmente duras, el tiempo de supervivencia sin tan preciado líquido podría reducirse a tan solo unas horas. Debemos aprender a conseguir agua en el entorno donde nos encontremos y entender cómo nos afectará el hecho de hallarnos privados de ella.
COMIDA:
La importancia de la comida depende del tiempo que permanezcamos en una situación límite: cuanto más dure dicha situación, más importante será la comida para mantenerse en buena forma. Incluso con una carga de trabajo moderada, la falta de comida durante un período de entre cinco y siete días no es mortal. Por supuesto, se sentirá hambriento, se cansará cada vez más, los movimientos se volverán más lentos y nuestro cuerpo perderá la capacidad de recuperación. No obstante, si no estábamos desnutridos antes de encontrarnos en la situación límite, es muy poco probable que muera por estar una semana sin comer. Recuerde siempre que el agua es más importante que la comida.